Catálogo de Inseguridades

Mi estado? comunicando, el contestador puesto, sin señal... me da igual, el que tu quieras mientras no suponga responder a nadie ni a nada.

lunes, enero 17, 2005

Mi gran duelo

Esta todo debajo de la alfombra, los calcetines que alguna noche te dejaste, tu cepillo de dientes, una foto borrosa, un par de discos con nombres impronunciables, esas braguitas que solo me dejabas ponerme los viernes, tus apuntes, tu guitarra, una palabra obscena, un libro de la generación beat con las paginas llenas de café y tu correa preferida para sacarme a pasear. Cuando quieras puedes pasar a recogerlo, cuando quieras puedes entrar y sin mirarme levantar la alfombra, sin mirarme, como hiciste la última vez que me empujaste a la cama para sacudirme. Tranquilo, recuerdo nuestro trato, no voy a decirte nada, no me apetece un duelo con unas pistolas tan pequeñas, me parece ridículo. Ahora todo parece irme mejor, al menos ahora no me importa que no me miren mientras me pierdo en alguna cama de una gran ciudad, y digo que va mejor porque ahora al menos yo también puedo marcar puntos en esta partida, es algo limpio, un uno contra todos. Y cuando vuelvo a casa oliendo a alguien me siento en las escaleras antes de entrar y como ese personaje de ese libro que nunca quisiste leer busco en el bolso las llaves y siempre me encuentro las medias que hace unas horas olían a limpio, porque como ella recuerdo que es ridículo volver a casa con las medias puestas de nuevo, como el viejo Bird, el nunca recargaría las pistolas después de un duelo, ya ves ahora me tomo los duelos en serio, y he pegado tantos tiros como he podido al vacío pensando que a lo mejor salías de casa en ese momento y por casualidad alguno te daba, pero no hay manera, me estoy quedando sin balas y sin ganas de jugar para ganarte.

2 Comments:

  • At 6:50 p. m., Blogger pab said…

    Mal juego para jugar con alguien que te importa, porque si ganas lo matas.
    Y si pierdes te mueres.

     
  • At 8:52 p. m., Blogger Nepomuk said…

    Y si no pierdes, ni te mueres, yo te invito a tequila en mi mesa reservada del bar de los mal amados.

     

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